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sábado, 16 de julio de 2011

Queridos hermanos de luz sean bendecidos



RECONOCIENDO NUESTROS ORIGENES DIVINOS

En este espacio de Humanos Divinos Creadores, es importante reconocer y admirar nuestro linaje de luz.
A través de los tiempos, la humanidad, ha transcurrido sus vidas desconociendo sus verdaderos orígenes.
Y la historia nos ha demostrado el devenir de la humanidad equivocada, enseñándonos otros patrones, otros ídolos y dioses externos, y el ser humano a luchado contra el otro, y contra si mismo producto de la ignorancia, y en no poder darse cuenta cual era su verdadero motivo, de su propia existencia, salvo algunos personajes destacados que han dejado huellas en la busqueda de ese llamado interior consciente o inconsciente de su propio origen divino.
Esa esencia común a todo ser vivo, en la creación, que nos conecta a la universalidad de la todo lo creado, a la Fuente misma, infinita e inagotable de amor Divino.
Mucho se ha alejado desde los orígenes de luz de su propia manifestación y representación como ser de luz.
Pareciera que la humanidad ha hecho y ha reconocido lo contrario, oscureciendo esa llama del fuego sagrado de luz original, y confundiendo, y desconociendo la eternidad inmutable de su propia alma, creyendo que su linaje era diferente al divino.
Esta introducción de carácter filosófico, nos permite realizar una pregunta y comenzar un análisis ¿porque somos luz?
seguramente las respuestas serán variadas y con características diferentes según el criterio de la verdad que cada uno lleva, y comprende desde una mente limitada si el discernimiento es pobre.
Pero en cambio si utilizamos, esa faceta oculta espiritual, y nos centramos allí, descubriremos el verdadero propósito del creador Padre / madre.
Somos parte de la energía universal de Dios que nos ha creado, e identificarnos con dicha vibración nos hace humanos divinos y creadores.
A medida que experimentemos las distintas manifestaciones de energía Padre/ Madre reconoceremos nuestra identidad de luz.
Hoy hablamos del despertar de la consciencia, esa consciencia dormida, que se abre a la luz y que brilla y se fusiona con la vibración primera en unión con nuestro Creador.
Somos Luz, somos Amor, este es el gran secreto de nuestra existencia Divina.

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